08 Jun Receta casera: helado de vino tinto
¿A quién no le apetece un buen helado frío en pleno verano? Sabores hay muchos, y seguro que has degustado unos cuantos. Los típicos suelen ser el helado de chocolate, vainilla, nata o fresa, pero también hay sabores más peculiares, como pistacho, turrón o almendras.
No obstante, hay un sabor que estamos seguros que nunca has probado. Es un sabor que se puede hacer de forma casera con una receta que te conquistará tanto a ti como a todo aquel que lo pruebe. Y sí, estamos hablando del helado de vino tinto.
Pasos para elaborar un helado de vino tinto
No solo se trata de un helado diferente al resto, sino que estamos completamente seguros de que se convertirá en la guinda de cualquier velada por tres motivos:
- Su peculiaridad
- Su sabor
- Su buena acogida ante cualquier amante del vino
¿Te hemos convencido? En ese caso, no te lo pienses, coge papel y boli, ¡y empieza a anotar la lista de ingredientes! Ten en cuenta que la receta que compartimos desde Dkristal está pensada para unas 4/5 personas. Si tienes en mente hacer el helado para ti solo o para un grupo menor o mayor de personas, la cantidad variará:
- Una botella de vino (recomendamos un vino joven con cierto toque afrutado)
- 1 rama de canela
- 4 yemas de huevo
- 150 gr de azúcar
- 250 ml de leche
- 300 ml de nata
Una vez tengas todos los ingredientes listos, los pasos a realizar son bastante sencillos, aunque requieren cierta atención:
- En primer lugar, vierte en una cazuela la botella de vino y añade la rama de canela. Ponlo a calentar a fuego medio/bajo durante aproximadamente 45 minutos. Transcurrido ese tiempo, verás que el vino se ha reducido bastante.
- Quita la cazuela del fuego, retira la rama y deja que el vino enfríe.
- Mientras tanto, ve incorporando en un recipiente aparte las cuatro yemas de huevo junto con el azúcar, y bate hasta que se vuelva completamente homogéneo. Una vez lo consigas, resérvalo.
- Utiliza otra cacerola distinta a la del vino y vierte las cantidades exactas de la leche y de la nata, y calienta la mezcla. Justo cuando veas que comienza a hervir, retira la cazuela del fuego y añade las yemas y el azúcar que previamente has batido.
- Vuelve a colocar la cazuela en el fuego (intensidad media) con la nueva mezcla, y vete removiendo con ayuda de una varilla para que coja espesor. Mucho cuidado con la temperatura en este punto, porque es importante que no llegue a hervir.
- Una vez veas que la mezcla está lo suficientemente espesa, retírala del fuego y viértela en un bol para que enfríe de forma más rápida.
- Cuando veas que empieza a coger temperatura ambiente, añade el vino tinto, mézclalo bien y guárdalo en el congelador durante aproximadamente unos 60 minutos.
- Pasado ese tiempo, saca el bol del congelador, vuelve a removerlo un par de minutos y congélalo de nuevo unos 60 minutos. Deberás repetir este proceso una tercera vez.
- Si tienes moldes de helado, una vez repitas el proceso por última vez, en lugar de volver a congelarlo en el bol, puedes probar a volcar la mezcla en los moldes y guardarlo esos 90 últimos minutos antes de retirar y servir. Si no tienes moldes, déjalo en el bol y una vez lo saques, sírvelos en nuestra copa Marta. Añade un par de arándanos para acompañar a la presentación, ¡y voilà! Helado listo.
¿Verdad que ahora mismo se te está haciendo la boca agua solo de pensar en probarlo? No te lo pienses: ponte manos a la obra, ¡y a disfrutar!