La Semana Santa está a la vuelta de la esquina y ya van siendo muchos los abuelos y abuelas que se han puesto manos a la obra con la fabricación de ingentes cantidades de torrijas para cuando hijos y nietos vayan de visita a su degustación. “Para gustos están las torrijas”, dirían algunos. Con mucho o poco azúcar, con o sin canela, con más o menos leche… Sus infinitas variaciones no cambian lo que es una realidad indiscutible: ¡son todo un manjar! Si bien es cierto que las torrijas son lo primero que nos viene a la mente (y lo primero...