Las 12:00 a.m. del 31 de diciembre es más que una hora o una fecha. En ese instante bañado en champagne, todo se reinicia y, al mismo tiempo, continúa. La ilusión por un año nuevo nos inunda. Un año en el que conseguir los retos con los que llevamos meses obsesionados. Un año en el que conocer, por fin, a ese alguien especial. Un año en el que hacer un cambio en nuestras vidas o dar un giro a nuestra carrera profesional. Un año para volver a subirse al carro de los propósitos más clásicos: desde dejar de fumar a...