Los expertos sumilleres recomiendan el uso del decantador en vinos que superen los cinco años de maduración. Son vinos complejos, con innumerables matices en aromas, colores y sabores… y necesitan oxigenarse para mostrarse en su máxima expresión en la copa.
El cristal fino es la mejor opción. El cristal mantiene el vino en la temperatura adecuada y, si es un decantador de cristal fino, ganaremos además otras ventajas: la transparencia, el brillo, la ligereza y la facilidad para manejar el decantador. Además de la elegancia.
El mercado propone diseños muy diversos. DKRISTAL apuesta por la elegancia de lo sencillo. Es la gran virtud de este Decantador nº1, que destaca por su base ancha (ideal para oxigenar el vino adecuadamente) y un cuello estilizado, que llama la atención además por su curva central.